Andres Felipe Suarez
No hay ningún secreto: Cada vez la competencia es más agresiva y los clientes cada vez tienen más opciones.
¿Qué hacer cuando competir por precio no es el camino más recomendado?
Entenderás lo importante que resulta llevar el rol de representante de una marca o empresa y en muchas ocasiones ser el primer contacto humano que tiene un prospecto con la marca; así que de nosotros dependerá que la experiencia sea memorable y que el cliente no solo compre una vez, sino que se vuelva un cliente recurrente y un aliado de la empresa.
Como es un rol de altísima responsabilidad, aquí te van 5 formas para diferenciarte entre los múltiples asesores con los que tu cliente tendrá contacto en un proceso de cotización y posterior compra.
1. Autoconfianza:
Este es el punto de partida, ¡si tienes esto cubierto el resto viene solo! Importante que seas una persona segura, que sabe lo que hace y lo disfruta, que mantiene una buena actitud y energía, que se preocupa por estar informado y capacitado para brindar un buen servicio. Somos humanos y nos comunicamos verbal y no verbalmente. Debes ser consciente de ello porque marca la diferencia, así que mantén tu entusiasmo y buena actitud siempre.
2. Cree en tu producto o servicio:
¡Enamórate de tu producto o servicio! Si tú no crees en él, difícilmente lo podrás vender con facilidad y credibilidad.
No es solo conocer cada detalle técnico, sino entender cómo puede tu solución ayudar a tu cliente a cumplir sus objetivos
3. Genera confianza:
Este es el punto neurálgico, ya que sin confianza no hay relación. Si el cliente NO te percibe honesto y transparente, será difícil lograr una venta exitosa.
Y he aquí la importancia de ser claro desde el inicio, saber las necesidades de tu prospecto y generar una propuesta que las solucione de la manera más efectiva posible, pensando en él y no en tu meta de ventas.
Sin afanes, toda buena relación toma su tiempo.
4. No descuides a tu cliente:
El seguimiento es VITAL. Y no solo antes de la venta sino después. Cerciórate que esté usando los servicios a su máximo potencial; capacítalo cada vez que sienta que algo no está funcionando como debería.
Invierte tiempo en tu cliente, es sin duda la mejor forma de fidelizar y de diferenciarse de los demás.
5. Explora nuevas oportunidades de venta:
importante profundizar en las actividades y usos que el cliente le está dando a tu producto o servicio. Así identificarás nuevas oportunidades que sean complementarias y le agreguen valor a tu gestión actual, es sumamente importante que el cliente te perciba como su aliado integral.
Por último y mi mejor consejo o recomendación no solo aplicable al mundo de las ventas sino para la vida en general: SONREÍR genuinamente.
¡Y sonreír no es mostrar los dientes sino el alma!