Valeria Chaverra
¿Te has preguntado alguna vez si tu líder está triste?
Pues bien, cuando tu líder se encuentra triste, quizás nadie lo nota, todo el equipo asume que está bien. Los líderes son personas igual que cualquiera de nosotros. Ellos también tienen una vida familiar, personal, amorosa, tienen miedos, emociones, preocupaciones y retos por cumplir. Muy seguramente cuando utiliza la “capa de líder” lo hace dando el todo por el todo y quizás no logre cumplir sus objetivos personales, pero día tras día, está esforzándose al máximo haciendo lo que mejor sabe hacer.
En los hombros de los líderes recaen miles de responsabilidades, cumplimiento de indicadores, generar rentabilidad del área, debe de tener responsabilidad con la empresa, crear estrategias que permitan generar mejores resultados y ventas, también debe velar por el crecimiento de su equipo, por su desarrollo y de que estos puedan cumplir con todos los indicadores.
Detrás de cada líder encontrarás personas que son profesionales, están siempre enfocados en lograr resultados dentro de la organización, son innovadores y estratégicos, tienen un panorama y conocimiento amplio de su trabajo, son exigentes tanto con ellos, como con su equipo, para que juntos logren los resultados esperados. Son personas que se ganan el cariño de su equipo por su buen desempeño y compromiso, muchas veces se esconden detrás de la “capa de líder” para pasar cualquier obstáculo.
Cuando tu líder está triste, muchas veces se debe a que está embotellando sus emociones, lo que significa dejar atrás sus emociones y seguir adelante con sus responsabilidades de líder con el fin de seguir haciendo las cosas bien. Los líderes aprenden a tener un gran manejo del control de sus emociones, pues ante cualquier situación, siempre “están bien” para afrontarla.
Los líderes marcan la dirección, utilizan sus conocimientos y habilidades para gestionar y construir una visión inspiradora para llevar por el mejor camino a sus colaboradores.