A la hora de concebir un producto digital, surge una disyuntiva entre las áreas de diseño y de desarrollo, ya que son dos equipos que hablan idiomas diferentes y ven las cosas desde diferentes perspectivas.

Ambos equipos pueden experimentar frustraciones con el otro, ya que el equipo de diseño puede llegar a sentir que no hay cierta apreciación de lo que hay detrás del arte gráfico: una correcta elección de tipografías, colores, interacciones entre otros; mientras que el equipo de desarrollo se siente responsable por intentar concebir algún producto o funcionalidad “imposible” de cara a la implementación y estar al pendiente de todos los bugs que la complejidad del proyecto pueda llegar a generar.

Algunas empresas trabajan en el desarrollo de un producto digital, con un funcionamiento similar a una línea de producción. Primero se diseña libremente siendo la imaginación el único límite y luego pasan al desarrollo y código; pero estos procesos han tenido que evolucionar ya que las metodologías de trabajo ágil han sido determinantes en el éxito de estos proyectos. Lo que es una buena idea hoy, probablemente alguien más podrá desarrollarla y lanzarla mañana.

El concepto de agilidad no es sencillo, pero entre más se facilite la experimentación constante, la comunicación abierta y la colaboración entre equipo, mucho mejor.

Cómo lograr una sinergia entre los equipos de diseño y desarrollo sin morir en el intento?

Existe una figura híbrida que la realiza un profesional full stack que tiene competencias tanto para el diseño como para el desarrollo y tiene la capacidad de alinear ambos equipos en el mismo objetivo.

Los desarrolladores no deben entrar en el segundo tiempo, sino estar involucrados desde la fase de planificación; ya que el equipo de diseño puede realizar propuestas cuya viabilidad puede poner en riesgo el proyecto por dificultades técnicas de ejecución y requerir una enorme cantidad de tiempo para su desarrollo.

Para que ambos equipos funcionen de la mejor manera deben compartir conocimientos. Y no con esto generar una especie de academia donde el diseñador enseña Illustrator y el desarrollador a programar código; la idea es generar un ambiente donde se transmitan conocimientos básicos técnicos que permitan comprender el ámbito funcional y sensibilizar al otro de las complejidades del mismo.

“Hazlo funcional y agradable al usuario.”

Que el producto digital funcione perfectamente y sin errores es tan solo el 50% del éxito del proyecto, ya que el 50% restante lo dará la experiencia de usuario, y esto incluye la parte estética, la facilidad de uso, y la interacción con el producto. Por esto es importante que ambos equipos se involucren en la fase de investigación

Mostrar un interés real sobre el trabajo de otros, preguntar, ofrecer ayuda, no asumir o suponer, genera un ambiente de trabajo colaborativo en el que se mejora la relación y los beneficios serán disfrutados por todos.

No hay que tenerle miedo al feedback, ya que estos nos permiten ver los puntos críticos de nuestro trabajo que en algún momento nos daríamos cuenta y podría ser muy tarde.