Simon Sinek, el orador de la tercera charla de TED más vista en el mundo “¿Cómo los grandes líderes inspiran la acción?”, dice que “El 100% de los clientes son personas. El 100% de los empleados son personas. Si no entiendes a la gente, no entiendes el negocio”

Así, creo que ya te haces a una idea de lo que hablaremos en este blog.

El modelo H2H – Human to Human- propuesto por Bryan Kramer, a lo que le apuesta es a darle un vuelco a la manera en que las empresas se comunican, pues si bien necesitan comercializar sus productos/servicios también deben entender que quienes los van a consumir son personas y así quieren que se les trate. 

Pero más allá de pensar solo en el consumidor final, se trata de que las empresas entiendan que la humanización de su marca viene desde las acciones con y de sus empleados, pues son ellos quienes están detrás de todo lo que desean comunicar.

Hoy, la comunicación debe ser más personalizada, más sencilla, honesta, directa y sobre todo mucho más experiencial, porque al final, será la experiencia de tus clientes la que saque a flote tu marca.

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Estos son los pilares que resume Kramer en su propuesta:

1. Las empresas no tienen emociones, las personas sí: La humanidad que debe promover la empresa en sus comunicaciones proviene de sus colaboradores.
2. Las personas quieren “ser parte de algo”: Repensar la comunicación para que mi cliente pueda interactuar con mi marca, crear lazos de fidelización con él e interactuar, muy seguramente se traducirá en un cliente satisfecho que no dudará en contarle al resto del mundo su experiencia.
3. Las personas tienen la necesidad de sentir: Y al final es lo que toda empresa debería buscar, que con sus productos/servicios pueda satisfacer las necesidades de sus clientes y generar una sensación de bienestar y/o tranquilidad.
4. Las personas quieren ser incluidas: e influyentes si así quiere decirse, poder interactuar con la marca, comentar, opinar, ser parte de ella y de su crecimiento.
5. Las personas quieren entender: Y aquí la palabra clave es “transparencia” pues el consumidor lo pide a gritos. 

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Si quieres pensar en un modelo de este tipo y realmente deberías hacerlo, enfócate en una comunicación tipo: persona – persona y deja de lado el prototipo consumidor – empresa. 

La escucha activa de tu cliente siempre será la clave para comunicarte, pues es el punto de partida para entenderlo, para hablarle, para mostrarle soluciones y contarle una historia con la que se sienta identificado pero sobre todo de la que pueda ser parte. 

Recuerda: Tu marca la hacen las personas.